domingo, 30 de mayo de 2010

De la Copa y de no tener respeto por nada.

[Mediáticamente], este año, el acontecimiento ha pasado un poco desapercibido. Pero no siempre ha sido así. La Copa del Rey es un evento deportivo muy esperado por la afición, tanto de fútbol como de baloncesto.
Bajo la persona de Su Majestad, anualmente, se ofrece una competición que mantiene eufóricos a los forofos de estos deportes. Una lucha de los equipos de este país por alcanzar un trofeo, una copa, que no siempre trae consigo la alegría de todos. Veréis, os explico de qué va todo esto.

De todos es sabido que los deportes mueven muchos sentimientos. Y qué decir del fútbol. Cientos de miles de personas siguen las luchas de sus equipos cada día en miles de hogares. Padres, hijos, abuelos. Familias unidas inculcando de generación en generación el espíritu ganador de un escudo o una bandera. Y claro, cuando llegas a una competición reputada lo único que quieres es GANAR. Que lo de participar, es para mediocres.

Ganar todas las competiciones. Sean de la índole que sea. Y aquí es donde viene el problema. En algunas ocasiones las aficiones de los equipos, por diversas cuestiones, no encajan muy bien el estar sentados en según qué gradas y frente a según qué gente. Porque claro, oigan ustedes, cómo ya venimos contando hace algunas semanas, yo me siento DONDE ME DA LA GANA. Faltaría más. Si hay alguien que tenga que irse, será otro.

En los dos últimos años, recuerdo que la Copa del Rey ha estado marcada por algunos incidentes. En ambos deportes, las aficiones de los equipos finalistas pitaban el Himno de España. Una música protocolaria y sentimentalista que refleja la nacionalidad del torneo. Al mismo tiempo, abucheaban la presencia de los reyes que presidian el acto, por creerlos insufribles e infumables. A todo esto le ponían el broche unas macropancartas en las que se podían entender las intenciones independentistas, de autogestión, de convivencia separada a la comunidad o mejor dicho, de comunidad de convivencia separada. Y no me entiendan mal. Que ellos estaban en todo su derecho. En su momento. En su medida.

Un derecho a quejarse. ¿Por qué tiene nadie que aguantar a esos mamarrachos chupopteros, vagos sin utilidad, que lesionan el orgullo propio, y cuyo himno chirría en los oídos de nación independiente ?

Pues mire usted, cómo diría aquel, la respuesta es sencilla. Si mi cerebro no se autodestruye a si mismo de recordar tanta patraña, se lo cuento.

La facilidad de no tener que aguantar dicho percal monárquico viene dada por la tan sencilla NO asistencia al evento. Porque digo yo, que si no eres capaz de vivir un deporte, un sentimiento, un afán de superación, en tranquilidad y armonía, dejando de lado tus ideales políticos-religiosos-administrativos, porque no coges y te quedas en tu casa sentado viendo a Pablo Motos. Que ya al día siguiente te contará el Marca si ha ganado el Madrid o no.

Pero ya no es tan simple como no asistir a dónde no vas a estar agusto. Se trata de mucho más. Lo que me chirría en el tímpano. ¿Cómo es posible que jugando tu equipo un torneo llamado LA COPA DE SU MAJESTAD EL REY DE ESPAÑA, o algo así, vayas insultando, denigrando, ofendiendo los sentimientos de unión que sí tienen los demás y declarándo la guerra al sistema ?

Mira chato (o chata, no se me vayan a ofender las forofas), si no estás conforme con lo de COPA, con lo de MAJESTAD o con lo de ESPAÑA, no vengas a tocarle las castañuelas al mono. Quéjate de que tu equipo siquiera se inscriba en ese tipo de competiciones o confórmate con algún torneo regional repúblicano del alcalde de tu pueblo...o del presidente de la asociación de tocapelotas de tu barrio. Pero claro, nosotros lo queremos todo. Jugar para alcanzar la 'gloria'(y el parné, que no nos falte de na') y que lo demás pase besándonos el pie izquierdo.

Hágame el favor, Señor Wyoming, y adelante el apocalipsis.



A mi de pequeño me enseñaron "Hallá donde fueres, haz lo que vieres"










PD: la organización de este blog pide disculpas por la tardanza de la tercera entrega y les recuerda a sus queridos lectores que la fecha de publicación para las próximas continúa siendo el lunes.






**El próximo día: Camps Rock

domingo, 23 de mayo de 2010

De Belén y de la repercusión de su fama.

[Posiblemente] su nombre sea uno de los que más escucho a lo largo de la semana. Belén. Y viene, muy a menudo, acompañado de una queja. Que para tratar de una persona “poco importante”, las hay de varias formas y colores. Variopintas. Y esto es lo que no acabo de encajar.

La repercusión mediática de esta mujer parece ser un fenómeno que importa tanto a los adictos al correveidile como a los despreocupados de la prensa rosa que curiosamente tienen una tendencia casi sectaria a los documentales de la dos. Todo lo que haga o diga es comentado después. Y criticado.
Porque la cuestión con ella es quejarse. Y cuando un motivo ya no sirve, sacamos otro y santas pascuas.

Qué hace esa tía ganando una pasta en la televisión sin hacer ni el huevo. Ni siquiera tiene estudios. Por acostarse con un torero. Por decir tres tonterías cada vez que sale. Y eso, ¿le hace gracia a la gente? ¡No tiene DERECHO! Habiendo miles de periodistas en paro y le dan coba a esa.

Además, entre moralismo y moralismo y un poco más de lo mismo, un tal Arturo Canalda, abogado de Dios y representante en España del mismísimo Jacob, pone todo su empeño en proteger la vida y el desarrollo social de la hija de la misma. De manera altruista, oiga. Porque considera este un tema de mayor gravedad que el resto. Válgame el cielo.

Pero eso no es todo. Ahora hablan porque baila. Bueno, lo suyo es más que baile. A pesar de proclamarse vencedora del evento, ningún títere la ha dejado con cabeza. Los del jurado contra Belén, los competidores contra Belén. Los que no ganan dinero con el programa contra Belén. Y lo mejor, los que lo ganan, también contra Belén.

Y a mi todo esto me perturba el encefalograma profundamente. ¿Me entiendes? Porque volvemos a lo de siempre. La cuestión es quejarse, coño. Y mira chica...lo que te conté.

Sea la princesa del pueblo, la reina de San Blás, la copresentadora de Sálvame o el mismísimo diablo in person, a mi eso me trae sin cuidao'. Porque solo hago que preguntarme, ¿ por qué tanta "trisnina" con esta señora ? Pero ahora creo que he encontrado la respuesta.

De los que se quejan de su presencia en la televisión, de lo que ha hecho y ha dejado de hacer para estar ahí, de lo que habla y no habla y del nivel de vida que tiene gracias a ello; sólo puedo pensar que lo hacen por envidia.

Porque a todos nos gustaría ganar tanto dinero haciendo tan poco. Y que nuestra hija se comiese el pollo con las mejores condiciones de vida que pudiesemos darle. Que si le pagan tanto dinero es porque bien lo vale. Porque los dueños de la televisión gana muchísimo más con ella de lo que le pagan. Y si se lo pagan, es porque a la gente le gusta lo que ve. Y a quien no le guste, tal cual.
{B} punto {E} punto aparece en esa caja tonta como el producto de una empresa privada y la gente lo compra. En plena libertad de sus facultades. Y a los periodistas que añoran su silla y piensan qué tiene ella que no tengan ellos, les quiero comunicar que ella tiene TODO lo que necesita para entretener a la audiencia querida. Todo lo que ellos no pueden ofrecer. Algo que vale millones.

Del salvador del menor, el Ché Guevara de los niños de la farándula, solo puedo pensar que lo hace por lo mismo que critíca. La popularidad.

Porque si no no me explico que habiendo sido testigos de la vida de tantos 'hijos de',
habiendo visto sus fechorías de niño pequeño, sus portadas millonarias en Hello, sus mordíscos a micrófonos, etecé, ((que aún recuerdo al hijo de una bióloga muy reconocida enseñando el culo ante las cámaras)); este hombre venga... a joder la marrana. No tendrá otra cosa que hacer el señor. Que en la Comunidad de Madrid poca cosa habrá con respecto a menores.

Y para ir acabando este alegato a la salvadora de Tele5 quiero reflexionar sobre qué motiva a la gente a criticar la bailaora que lleva dentro. Y esto si que no me lo aguanto. Boquita prestá.
De los detractores de sus artes con el pasodoble español podría decir mucho pero, como el tema monetario lo abarcamos líneas atrás, voy a centrarme en el jurado. Qué lleva a que el jurado del programa 'MQB' machaque la participación de esta rubia sin el don del movimiento fluido en dicho concurso. Qué va a ser padre... el parné.

Que digo yo. Que si quieres valorar una evolución relacionada con la profesión que te dió un nombre respetable, ¿por qué no te quedas en tu antiguo programa de verdadero baile? ¿Para qué vienes a un programa en el que participan famosos? Que sabias que no entrabas en Dancing with the stars y que Pamela Anderson no iba a bailar un aerotango con el que dejarte con la boca abierta. Quizás, aquí te pagasen más. Y lo entiendo. Me parece genial. Pero no arremetas contra una persona que no sabe bailar cuando no está allí para eso, si no para entretener. Para divertir a la gente. Y si no estuviese ella, quizás no daría tanto bombo la nueva pista de baile de la tita Pili. Que esto es TV.
Terminando ya, parece ser que nadie recuerda a Carmen Sevilla bailando hip-hop o a José Ortega Cano como una estatua persa ganando galas y nadie los trataba con tanta dureza.

Pero claro, es Belén Esteban.



Mal rayo me parta si en terminando esta carta no pagan caro sus 'gritos'








**El próximo día: la copa de Su Majestad.

domingo, 16 de mayo de 2010

De Spotify y de cómo quejarse de todo.

[ REZURTA ] que me he descubierto una especie de fobia. Fobia a los quejicas. A esta moda que está surgiendo a quejarse por TODO. Bien sea motivados por la envidia, el interés personal, el aburrimiento o bien por tocar los cojones un rato, no somos capaces de aceptar nada de lo que nos rodea.

Y esto para mí ha tocado fondo. El porqué debemos preguntarselo a una persona a la que escuché quejarse de los anuncios del Spotify. Chica, has perdido la cabeza! Y lo peor de todo, con tanta queja me la estás haciendo perder a mí, que nunca la tuve muy en mi sitio.

Y es que el creador de “Paga en enero de 2010 ¡!” molesta, oiga. Qué se habrán creído esos para bombardearnos con tanto anuncio. Ch ch ch, ni mijita.

La cuestión es que, desde hace aproximadamente 7 años que internet empezó a expandirse por cada casa, hemos pasado de escuchar música en la radio y comprarnos discos de nuestro cantante favorito, a normalizar el hecho de descargar música de internet. Es algo d nuestro día a día, y que nadie se atreva a prohibirlo. Similar a un derecho innegable al ser humano.

Pues bien, de repente, una empresa es capaz de resolver el problema. Mira, vamos a hacer una cosa. Yo te proporciono toda la música que quieres escuchar, de todas las clases habidas y por haber, los últimos lanzamientos e incluso vas a poder ordenarla de la forma que te venga en gana. Ahora, como yo tengo que comer de algo que para eso monto una empresa, para ganar dinero, tú tendrás que escuchar de vez en cuando un anuncio. Nada, cada 4 o 5 canciones un anuncio de 20 segundos. Y así se arreglan todos nuestros problemas.

Pues no, teníamos que quejarnos.


Ya están las multinacionales queriendo enriquecerse a nuestra costa, dirán algunos. Encima de lo que ganan esos cantando, ahora encima les pagarán por promocionar sus canciones, dirán otros. Y qué digo yo ¿? Semejante desfachatez, la de este mundo acomodado.


Cómo vamos a aguantar nosotros eso. Escuchar anuncios ¿? No, no. Nosotros antes nos descargábamos música ilegalmente pero era un engorro buscar tanta cancioncita suelta y esperar. Pero ahora este programa nos ha solucionado todo. La música que quiero con solo hacer un click. Qué chollo ¡! Pero de anuncios nada. El programa libre, para mí, porque si, porque ya que lo has inventado lo compartes. Tu programa es mio y ya bastante tengo con los anuncios en la tele.


Lo de la vereda …

Pero hoy no es el día para conclusiones. He intentado que esta página hable por si sola.






**El próximo día: Belén, la de San Blas.